EL INTI RAYMI EN LA REGIÓN CUSCO

jueves, 3 de julio de 2014


Imágen recreada del Inca
El Inti Raymi (fiesta del Sol) es una antigua ceremonia religiosa andina en honor al Inti (el padre sol), que se realiza cada solsticio de invierno en los Andes. Durante la época de los incas, el Inti Raymi era el más importante de los cuatro festivales celebrados en el Cusco, según relata el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), que significaba el inicio de una nueva etapa, el "tiempo circular inca"(no concebían el tiempo como lineal sino como un círculo cronológico) así como el origen mítico del Inca, quien fuese enviado por el Sol (como dios ordenador de las acciones de las poblaciones del antiguo mundo). Su celebración duraba 15 días, en los cuales había bailes y sacrificios. El último Inti Raymi con la presencia del emperador inca fue realizado en 1535. En 1572 el virrey Francisco Álvarez de Toledo (1515-1584) la prohibió por considerarla una ceremonia pagana y contraria a la fe católica. Se siguió realizando de manera clandestina como protesta a la " extirpación de ideología". En 1944, Faustino Espinoza Navarro ejecutó una reconstrucción histórica del Inti Raymi. La reconstrucción se basa en la crónica de Garcilaso de la Vega y sólo se refiere a la ceremonia religiosa y desde esa fecha en adelante, la ceremonia vuelve a ser un evento público y de gran atractivo turístico.
Escenificación en Sitio arqueológico:Sacsayhuaman
Aunque hoy se conoce a esta celebración con el nombre de Inti Raymi, en realidad se trata de una festividad común a muchos pueblos prehispánicos de los Andes. El Inti Raymi aún se celebra como rito sincrético en muchas comunidades andinas. En el callejón interandino septentrional del Ecuador, por ejemplo, el conjunto de festividades relacionadas abarca todo el mes de junio y parte de julio, teniendo cada ciudad sus propios ritos y costumbres, y llegando a paralizarse la vida cotidiana como efecto de las celebraciones. En la época de los incas, esta ceremonia se realizaba en la plaza Huacaypata (hoy Plaza de armas del Cusco), con la asistencia de la totalidad de la población de la urbe, tal vez unas cien mil personas y con la llegada de los españoles, fue suprimida, hoy en día comienzan a resurgir.
En el solsticio de invierno sucede el día más corto y la noche más larga del año. Durante la época incaica, ese hecho revestía fundamental importancia, pues era el punto de partida del nuevo año, que se asociaba con los orígenes de la propia etnia inca. Inca Garcilaso de la Vega nos dice que era ésta la principal fiesta y a ella concurrían «los curacas, señores de vasallos, de todo el imperio  con sus mayores galas e invenciones que podía haber. La preparación era estricta, pues en los previos, tres días no comían sino un poco de maíz blanco, crudo, y unas pocas de yerbas que llaman chúcam y agua simple. En todo este tiempo no encendían fuego en toda la ciudad y se abstenían de dormir con sus mujeres. Para la ceremonia misma, las vírgenes del Sol preparaban unos panecillos de maíz.
Ese día, el soberano y sus parientes esperaban descalzos la salida del sol en la plaza. Puestos en cuclillas («que entre estos indios es tanto como ponerse de rodillas», aclara el cronista), con los brazos abiertos y dando besos al aire, recibían al astro rey. Entonces el inca, con dos vasos de madera (el kero era de madera, no de oro, ellos asimilaron este vaso ceremonial de la cultura Tiahuanaco), brindaba la chicha de jora del vaso que mantenía en la mano izquierda bebían sus parientes; el de la derecha era derramado y vertido en un tinajón de oro.
Después todos iban al Koricancha y adoraban al sol. Los curacas entregaban las ofrendas que habían traído de sus tierras y luego el cortejo volvía a la plaza, donde se realizaba el masivo sacrificio del ganado ante el fuego nuevo que se encendía utilizando como espejo el brazalete de oro del sacerdote principal. La carne de los animales era repartida entre todos los presentes, así como una gran cantidad de chicha, con la que los festejos continuaban durante más días.
Actualmente, en el Cusco de hoy, el Inti Raymi, como no podía ser de otro modo, tiene un carácter distinto, de espectáculo dirigido tanto a los turistas como a los propios cusqueños, para quienes es un punto de referencia de su conciencia local. Por esto último concita tanto entusiasmo y participación masiva. La representación, en la que intervienen miles de personas, empieza frente al Koricancha, donde un inca (rey) ficticio realiza una invocación al Sol. Los espectadores, entre tanto, esperan en la explanada de Sacsayhuamán, hacia la que el cortejo se desplaza de inmediato. Éste ingresa al escenario llevando al inca en su litera por grupos que representan a los pobladores de los cuatro suyos. Después se procede al sacrificio de una alpaca y el inca invoca a su padre el Sol. (Ver video de pasajes de cómo se da la fiesta de Inti Raymi en la fortaleza de Sacsayhuaman)


BIBLIOGRAFÍA  Y WEB-GRAFÍA:
  • Enciclopedia. Wikipedia.
  • https://www.youtube.com/watch?v=3my9ig4LyMU
  • Versiones propias de amigos de Cusco en el Facebook

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