¿CÓMO SE CELEBRABA EL AÑO NUEVO ANDINO EN CUTURAPI? ASÍ DICEN NUESTROS SABIOS ANDINOS.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Actualmente las poblaciones andinas conmemoran el 21 de Junio de cada año, el “AÑO NUEVO ANDINO” que en nuestra lengua aimara viene a ser el “MACHAQA MARA” o “PACHA KUTY”, aunque  esta  celebración suele variar entre el 20 al 25 de junio, dependiendo del lugar; no sin antes considerar que la mayoría la realizan el 21 de Junio.
Imágen recreada: Ofrenda a la pachamama
Recibimiento de los primeros rayos del sol
Estas celebraciones del año nuevo andino aimara no significa descansar y sentarnos cómodamente en nuestras sillas , bancas o sillones alrededor de  una mesa con nuestros familiares, amigos e invitados para recibir el año con mucha comida como: asado de chancho, pollo, pavo, champán, chocolate, panetón, mistura y quizá algún regalo más como lo es hoy en el año nuevo habitual del primero de Enero(cultura occidental); sino, esto significa sentarnos en nuestra sagrada tierra que es nuestra Pachamama y al frente del “Tata Inti”(Sol), para renovar nuestro compromiso con la tierra de continuar respetando y criando a los variados ecosistemas que nos ayudan a vivir, producir y existir, gracias a la Pachamama; además sentarnos sobre la tierra misma junto al ichu, piedras, pasto significa también reflexionar, venerar, ofrendar y agradecer a la Pachamama y al Tata Inti con un preciado y único regalo que es la sagrada coca, cebos de llama, vino o alcohol, incencio, hiervas aromáticas para la “challa” y la ofrenda  correspondiente y como símbolo de reverencia y respeto a nuestra tierra y el sol. 

Imágen recreada de los elementos de la challa
Nuestros abuelos nos relatan también que ésta fecha entre otras significaciones implica una conexión mágica con los espíritus de nuestros antepasados, los apus (Kollo), la tierra y con el medio ambiente, y que más que reflexionar sobre el hombre, es más bien sobre el cosmos; que finalmente se resume en acciones de renovación de un ciclo solar (culminación  e reinicio del ciclo del tiempo).
 Dentro de este contexto cultural, el año nuevo andino expresa más que una mera celebración, el sentimiento de las diversas formas de  valorar, aprender, pensar, hacer y vivir bien; estas manifestaciones según nuestros abuelos del distrito de Cuturapi se daba de la siguiente forma: “Un día antes  del año nuevo andino (21 de Junio) los animales y las aves empezaban a inquietarse (trinan los pajarillos, las ovejas balan, las vacas mugen, las gaviotas vuelan y revuelan) como si supieran que algo nuevo estaría por llegar. 

Primer rayo del sol del día 21
Nuestros abuelos dicen que los animales y las aves eran las que daban las señales y ellos las podían identificar según  la época qué es lo que querían decir. Por ejemplo el Tiquicho en el lago anunciaba la llegada del invierno, así como el liqui-liqui y así también el puqu-puqu que hoy en día se ve muy poco. Todos ellos mostraban señales y anuncios como si la Pachamama hablara con ellos y les dijera qué es lo que iva a pasar. Mientras tanto la gente se reunía realizando quemas y que alrededor del fuego dialogaban y comentaban de la costumbres y tradiciones que se hacían en medio del fuerte frío que se sentía; y que finalmente la gente debía entender cómo las aves y los animales podían anunciar la llegada de un nuevo año y que esta se va transmitiendo de generación en generación y que hoy se sigue practicando ya no con la misma convicción. 
Imágen recreada antes del "marqachu"
Ya el día 21 de Junio cuando ya estaba amaneciendo las familias esperaban con mucha emoción la salida del sol (Inti jalsu) para recibir el año nuevo y renovar su compromiso del cuidado, protección y agradecimiento a la Pachamama a través de un ritual que consistía con el sacrificio de una llama (auquénido)de preferencia de color blanco para hacer la ofrenda a los dioses tutelares del más allá. Después del ritual, las familias acostumbraban hacer los “marqachus” que consistía en el  marcado de sus animales en las orejas, no sin antes realizaban la challa con vino blanco y rojo en particular y además les adornaban con flores y les colocaban aretes como signo de reverencia  a sus animales domésticos que ellos criaban para su subsistencia y equilibrio ambiental. 

Luego de terminado, la challa a los animales, las familias rodeaban en círculo a la pirwa (pequeña construcción de piedras pequeñas en forma de cono truncado) hecha, en las que se tenían los productos recogidos ese año como la papa, quinua, cañihua, tawri, haba, etc y otros derivados como el chuño, la tunta, la caya; como señal de que habían cosechado productos que le servía de sustento para el consumo familiar, la semilla del próximo año, intercambio o venta de productos. 

A continuación las familias pasaban a guardar en “costales” o mucho mejor haciendo “pirwas” los productos cosechados para el año e inclusive para situaciones de emergencia como las épocas de escasez (sequías). Ya al medio día del 21 de Junio la gente con más experiencia enseñaba a los más jóvenes y a los niños el canto ceremonial para los dioses (uywiris): apus, pachamama, tata inti y la mamaquta puedan escuchar y recibir las ofrendas preparadas en una “istalla”(pequeña licclla multicolor) cuyo contenido era básicamente coca, vino, cebo de llama, hierbas, dulce misa. Es día algunos sabios andinos (Yatiris) miraban la suerte en la coca, algunos usaban el estaño para ver la suerte o el futuro accionar de una familia.

 Ya casi terminando el ritual de ese día los personajes con más experiencia (Yatiris) llevaban las aves sagradas (pisacas o pajarillos) capturadas un día antes a quienes las adornaban y antes de soltarlos los challaban con vino (Si las aves volaban en sentido de la salida del sol era signo de la venida de un buen año y si volaba en sentido de la entrada del sol era sinónimo de que se venía un año con dificultades), todo eso se hacía con mucho cuidado y sin causar daño alguno a las aves. Después de soltar las aves el Yatiri procedía a trasladar  la “istalla”  que contenía la ofrenda o también llamado misa al centro de la pirwa que era una hoguera preparada para prender fuego, ya encendida el fuego con el soplo del viento termina el ritual a los dioses por el nuevo año justo en el medio día, donde cada miembro rodeaba con el vino y parte de la misa para alimentar la hoguera agradeciendo el año nuevo año y mejor porvenir. Ya finalizada la ceremonia ritual  el “Yatiri” o sabio andino ordenaba que todos se sentaran en el suelo para compartir el “qhoqho” o fiambre preparado con los mejores productos de la zona.
Imágen recreada.
En conclusión el año nuevo andino en Cuturapi y las comunidades y centros poblados aledaños de hoy, era  una celebración más familiar y en comunidad, donde se reflexionaba y se reafirmaba la convivencia en armonía  con la Pachamama y el Tata inti y la gente que vivía como si fuera uno a pesar de la existencia de la paridad dentro de la racionalidad andina, además de ella significaba el respeto por los animales, las plantas y los objetos inanimados y también  el derecho a un existir con responsabilidad. Lamentablemente hoy en día todas estas prácticas se están dejando de valorar muchas veces influenciados por la cultura occidental y quizá por la falta de identidad y desconocimiento de nuestro legado cultural que ha sido capaz de sostenerse en el tiempo por la sabiduría que habían adquirido como el desarrollo de la lengua, la agricultura, el riego, la construcción, la solidaridad, etc. En realidad es una práctica que nos fortalece como cultura propia y debe entenderse como tal y no como un mero folclorismo aunque esta fecha en la actualidad se confunde con la fiesta patronal de “San Juan Bautista” de nuestra localidad”, concluyen nuestros sabios andinos. 
Bibliografía  y bibliografía web:
*Versiones orales de los sabios andinos de la localidad recopiladas por Dory y Delia
*Entrevistas espontaneas a personajes conocedores de estas prácticas.
* https://www.google.com.pe/search?hl=es&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1024&bih=629&














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